Brasil quiere vender el 15% del Amazonas a fondos de inversión para ayudar a protegerlo
El programa 'Adopta un parque' buscará poner a la venta una superficie que es superior a la de todo Chile con el objetivo de que los fondos de inversión que han sido críticos con la situación del entorno natural, puedan colaborar en su preservación.
El Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro diseña el programa ‘Adopta un parque’ con el objetivo de inyectar inversión privada y vender espacios dela selva del Amazonas, en concreto, 132 áreas equivalentes al 15% del ecosistema en peligro de extinción.
Ricardo Salles, el ministro de Medio Ambiente del gigante brasileño, ha dicho que el objetivo es que los fondos de inversión que han criticado la deforestación del Amazonas, hagan acciones concretas para evitar dicha deforestación.
«Queremos que vengáis y nos ayudéis a cuidar el Amazonas. Participad, supervisad y actuemos juntos»
«La respuesta del Gobierno de Brasil es que hemos estructurado instrumentos para vosotros, los fondos, para que vengáis y nos ayudéis a cuidar el Amazonas. Participad, supervisad y actuemos juntos en esto», ha indicado en una declaraciones a ‘Financial Times’.
El programa ‘Adopta un parque’ está previsto para la próxima semana y permitirá a fondos internacionales, bancos y compañías pagar por preservar alguna de la 132 áreas disponibles, lo que supone una mayor extensión que toda Chile, informa Europa Press.
«Es una acción concreta que os permite hacer algo concreto por el Amazonas, con la ayuda del Gobierno», remarca Salles.
Carta abierta
Recientemente, un total de 29 inversores de nueve países diferentes, que gestionan diferentes activos por unos 3,7 billones de dólares (3,2 billones de euros), remitieron una carta abierta a las autoridades brasileñas para que estas revisen sus políticas en materia de deforestación en la selva amazónica.
En su misiva, los fondos indicaron que, al tomar decisiones de inversión, también evaluarían el riesgo de invertir en empresas en un país con clima político inestable, por lo que también se añade un riesgo político que Brasil debe abordar y trabajar de manera conjunta con las empresas para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña aumentaron un 25% en el primer semestre de 2020 con respecto al año anterior, lo que supuso un nuevo récord en el mes de junio.
Los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) indicaron que en la primera mitad del año se constaron niveles de devastación superiores a los 3.000 kilómetros cuadrados y de 1.034,4 kilómetros cuadrados en junio.